Definitivamente vale la pena reflexionar sobre la importancia que tienen los impuestos en nuestra sociedad, ya que actualmente la mayoría de los mexicanos pagan impuestos en su vida diaria y muchos de ellos se deben declarar ante la Secretaría de Administración Tributaria, mejor conocida como SAT.
Pero, ¿Qué es el SAT y cómo funciona?
El SAT no es más que un organismo de carácter público, encargado de administrar los impuestos de los contribuyentes en función de que estos puedan cumplir los objetivos de desarrollo del gobierno en turno, de igual forma dichos impuestos deben pagarse de forma mensual y la cuota va de acuerdo a los ingresos de la persona.
La realidad es que dicho organismo en la actualidad se ha asociado hacia puntos negativos, en gran parte debido al poco conocimiento del sistema, no obstante, las obligaciones fiscales van más allá de eso; es fundamental que a partir del comienzo de tu vida laboral organices tus ingresos y cumplas con tus responsabilidades, con el objetivo de no tener preocupaciones a futuro por falta de rendición de cuentas o desconocimiento sobre tu dinero.
¿Cuáles son los tipos de impuestos que tenemos en México?
Estas contribuciones se clasifican en tres vertientes, la primera es “Impuestos directos e indirectos”, mismos que se dividen en dos vertientes, los bienes que posee el contribuyente como un bien inmueble, mismo que te hace acreedor a impuestos como el predial; otro tipo de impuestos son los federales como la electricidad y el agua; por último, pero no menos importantes están los de personas físicas y morales, que a través de la facturación por sus servicios deben presentar su declaración mensual y anual.
Cabe mencionar que para cumplir oportunamente tus obligaciones fiscales es valioso seguir los sientes pasos:
- Inscribirse al SAT para obtener el Registro Federal del Contribuyente (RFC).
- Activar el buzón tributario.
- Presentar declaraciones anuales, mensuales o bimestrales.
- Presentar declaraciones informativas y contabilidad electrónica.
- Expedir facturas electrónicas.
Por último, ¿Qué es lo que debes hacer para enfrentarte a estos nuevos retos?
Lo primero es perder el miedo al tedioso sistema del SAT, seguir informándote y por consecuencia pagar tus impuestos directos o indirectos, elegir correctamente el régimen fiscal, cumplir con tus obligaciones fiscales y declarar las deducciones personales; las cuales se pueden realizar desde su página web o acudiendo a sus módulos de servicio.
Si tu objetivo es adquirir un bien inmueble y ya estás inscrito al SAT, con nuestro financiamiento flexible puedes comprobar ingresos presentando tu última declaración anual y de esa manera iniciar el proceso de financiamiento para tu futuro inmueble.
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